He tenido el placer de moderar la mesa debate en las Jornadas Anuales Lidera de Barcelona Activa para hablar del impacto que tiene la mujer en el desarrollo sostenible. Hemos conocido la experiencia de dos mujeres empresarias que han aplicado en sus modelos de negocio las sostenibilidad como estrategia de negocio con el objetivo de perdurar en el tiempo y de impactar positivamente en las personas y el planeta, educando, concienciando y generando alianzas y experiencias.
Ha quedado manifiesto que en su manera de hacer las cosas ya había una sensibilidad en muchos temas que a través de decidir conseguir la certificación en sostenibilidad han podido ordenar esas buenas prácticas, decidir muy bien su propósito y sus valores. El viaje de la certificación te ayuda a evaluar los riesgos y nuevas oportunidades de negocio o de impacto, a la vez que te diferencia de tus competidores, atrae talento, aumenta la satisfacción de tus grupos de interés, y mejora la gobernanza de la organización.
En el caso de Atrevía son una BCorp y en el caso de Belong to Sea tienen la certificación Biosphere.
También transmitieron a las asistentes la necesidad de implantar la sostenibilidad en sus negocios desde el principio y que las certificaciones son el final del viaje de la implantación, pero que lo importante está antes, cuando tomas conciencia de las buenas prácticas que llevas a cabo, de determinar tu propósito, teniendo en cuenta a todos tus grupos de interés, que no son sólo los clientes, sino proveedores, trabajadores, comunidad e instituciones.
Y relacionar las buenas prácticas con los ODS es de gran ayuda ya que permite ver de una forma más visual aquellos ODS en los que impacta la organización y que a su vez son los más relevantes, pudiendo determinar indicadores que ayuden a medir el desempeño económico, social y medioambiental.